Documentación

Tercer Tratado de San Ildefonso (1800 – Entrega de la Luisiana a Francia).

El tratado de San Ildefonso de 1800 fue un acuerdo secreto firmado entre España y Francia en el transcurso de las Guerras Napoleónicas.

La Revolución francesa (1789 – 1799) terminó con el golpe de estado del 18 de brumario (9 de noviembre de 1799), por el que Napoleón Bonaparte asumió el gobierno francés, mientras Francia seguía inmersa en las guerras contra la Segunda Coalición, constituida por Austria, Gran Bretaña, Portugal, Rusia y el Imperio otomano, logrando Francia numerosas victorias y mantener su nuevo sistema de gobierno, además de crear un gran y potente ejército muy experimentado.

España, donde reinaba Carlos IV, tras haber tenido que ceder a Francia en la Paz de Basilea (1795) su parte de la isla de Santo Domingo, reanudó la anterior alianza con Francia en el tratado de San Ildefonso de 1796, en él ambas naciones pactaron una alianza militar contra terceros países.

Esta alianza sería el motivo de la entrada de España en la guerra contra Gran Bretaña, que trajo como consecuencia la pérdida de Trinidad y Menorca en 1798, los ataques a Ferrol y Cádiz en 1800, o el embargo comercial decretado por Gran Bretaña contra España, el cual vino a sumarse a una situación financiera maltrecha y cada vez más deficitaria.

Ante esta situación de guerra con Gran Bretaña, Napoleón Bonaparte requería la renovación de la alianza con España porque necesitaba flota española para defender los puertos de Brest y Tolón.

Los ejércitos franceses resultaron victoriosos en la campaña de 1800, sobre todo en Marengo, Höchstädt y Hohenlinden, lo que permitió emprender negociaciones con Austria que produjeron el tratado de Lunéville, el 9 de febrero de 1801, entre el Sacro Imperio Romano y Francia.

Bonaparte ya había sometido el norte de Italia, y el rey Carlos IV de España quería salvaguardar los derechos de sus parientes de la Casa de Parma con un territorio en Italia, aunque para ello tuviera que sacrificar el territorio salvaje de Luisiana.

Este territorio, cedido por Francia a España en el tratado de Fontainebleau (1762), estaba en el interés de Bonaparte para someter la revolución haitiana, y las mismas autoridades españolas estaban interesadas en su cesión a Francia, en la creencia que la fortaleza militar francesa convertiría a Luisiana en un territorio tapón entre España y los Estados Unidos.

El tratado

Italia en 1796; Toscana, en amarillo.

Mariano Luis de Urquijo, en nombre de Carlos IV de España, y Louis Alexandre Berthier, en representación de la república de Francia, ajustaron un acuerdo preliminar el 1 de octubre de 1800 (9 de vendimiario del año IX, según el calendario republicano francés) en el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso.

Los acuerdos incluyeron:

  • La república francesa pondría a disposición del duque de Parma Fernando I de Borbón-Parma, un territorio de nueva creación en la península italiana, sobre el que tendría consideración de rey (no estaba especificado qué territorio, aunque se sugería la posibilidad de que fuera Toscana o las Legaciones de Ferrara, Bolonia y Romaña).
  • Un mes después de la toma de posesión del infante, España haría entrega a Francia de 6 navíos de guerra de 74 cañones cada uno (Intrépido, Conquistador, Pelayo, San Genaro, Atlante y San Antonio).
  • 6 meses después, España entregaría a Francia la colonia de Luisiana, bajo soberanía española desde 1763 por el tratado de París.

El acuerdo sería llevado en el más estricto secreto, hasta el punto de que el propio Manuel Godoy, favorito de Carlos IV, no tuvo conocimiento de él hasta un mes después de su ratificación por el rey.

Este acuerdo sería conocido posteriormente como tercer tratado de San Ildefonso, para distinguirlo de los firmados en 1777 y 1796.

Consecuencias

A finales de 1800 el ministro Urquijo sería cesado en el cargo por sus desavenencias con el clero.

La alianza militar hispano-francesa de 1796 se vería prolongada por los acuerdos de Madrid y de Aranjuez de principios de 1801, por los que los ejércitos de ambos países pactaban su colaboración contra Portugal y Gran Bretaña, respectivamente.

El 9 de febrero de 1801 Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico firmaron el tratado de Lunéville, mediante el cual Fernando III, Gran Duque de Toscana, fue obligado por Napoleón a abandonar el ducado.

El Gran Duque sería posteriormente compensado con el Arzobispado de Salzburgo, secularizado y convertido en el Electorado de Salzburgo, del que fue nombrado príncipe elector.

Con Toscana en poder de la Francia napoleónica, quedaba abierto el camino para la aplicación práctica del intercambio de territorios.

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